Aquí estoy


Here I am
Fnando Bar'ez (2020)

Título original: Here I am

Autor: Jonathan Safran Foer

Sinopsis (que aparece en la contraportada del libro):

Un terremoto amenaza con partir en pedazos a Jacob Bloch. No pasa por su mejor momento, ni como padre ni como marido, y tampoco como judío, aunque a sus cuarenta y tres años esto no le quita el sueño. Su matrimonio se tambalea y sus tres hijos ya no lo necesitan: tienen las nuevas tecnologías. Esta fractura personal se extiende a escala global cuando otro terremoto arrasa Oriente Próximo y Jacob debe decidir cuál es su lugar en el mundo.

 

Opinión:

Hubo una rebaja de libros durante un fin de semana, hace como ocho meses, así que aproveché para conseguir nuevos ejemplares. Resulta que al llegar a la librería no había mucho de donde escoger… Me puse a leer contraportadas y, después de uno segundos pensándolo, decidí que Aquí Estoy sería uno de los libros que me llevaría a casa.

Tengo que admitir que fue una compra impulsiva. Y que no tomé en cuenta muchos factores, especialmente la cantidad de páginas que posee. 712 páginas. Visualmente me gustan mucho los libros grandes, pero a la hora de consumirlos, disfruto más cuando son pequeños porque se leen muy rápido y entonces tienes la oportunidad de leer más historias.

En vista de que la cuarentena no quiere acabarse, pues decidí leerlo.

El autor tiene un estilo realista y muy complejo. La historia está contada de muchas formas y eso hizo que me pareciera cautivadora. Hay partes en las que la historia se cuenta con anécdotas, otras en las que se cuenta con visualizaciones futuras, hay partes en las que la historia se convierte en un relato de guerra, e incluso algunas partes se cuentan como si todo se tratara de una obra de teatro. Todo esto, en fusión con las descripciones tan microscópicas de los personajes y de su entorno, hacen que la historia se vuelva confusa en muchas ocasiones y que, en muchas otras, se perciba atestada de relleno.

La novela está narrada en tercera persona y se centra en Jacob Bloch. A este personaje lo conocemos desde que es un niño hasta que se hace mayor. La novela es un viaje de descubrimiento de este personaje. Lo vemos en muchas facetas: hijo, nieto, padre, esposo, ciudadano, religioso… En cada una de estas facetas el autor cuestiona mucho los roles que desempeñamos a lo largo de nuestra vida y/o las consecuencias que tiene el desempeñarlos o no.  

Me parece fascinante la manera tan profunda en la que el autor explora a este personaje, pero también tengo que admitir que esto hace que la novela se sienta cansina en muchas ocasiones. Hay detalles que simplemente sobran, hay muchos pasajes que simplemente pudieron ser menos extensos, y hay tramas que simplemente pudieron explorarse más.

Por ejemplo, la faceta del personaje como un ser creyente, me parece una de las facetas más interesantes, pero está contada por encima. Lo mismo que la faceta como ciudadano. El personaje se cuestiona cuál es su deber social, pero todo está abordado de tal modo que pasa por encima. La faceta que está más y mejor abordada es la faceta de la familia.

Aquí vemos cómo se desintegra poco a poco la familia de Jacob y, de igual modo; poco a poco, vamos descubriendo los motivos. Aquí conocemos a varios personajes, entre ellos a la esposa, cuyo nombre es Julia, y a los tres hijos de ambos.

Julia es un personaje muy bien construido. Está tan detallado y es tan coherente en su accionar que simplemente el personaje tiene vida por sí mismo y se roba la historia. En cuanto a los hijos, me parecieron los personajes más detestables que he leído en toda mi vida. Simplemente no tienen coherencia. Son muy adultos, pese a que son niños, y sacan conclusiones propias de personas muy mayores. Todo el tiempo están peleando, haciendo sentir como mierda a sus padres, a veces sus acciones tienen sentido y otras simplemente no. Me resultaron horribles, imposibles de soportar y difíciles de entender.

A veces a la trama le falta gancho. Los capítulos son muy largos, demasiado, y es tan realista y cotidiana que al final de cada capítulo no me sentía motivado a seguir leyendo. Es una novela que me ha tomado dos semanas leer. Se me ha hecho eterna y he sentido que contiene demasiado relleno.

Considero que es una novela que pudo tener doscientas páginas menos y que pudo ser igual de buena o mejor. No la he disfrutado tanto, pero es una buena novela, vale la pena leerla (si se cuenta con el tiempo necesario para leerla). Tiene datos muy interesantes y profundos sobre la religión judía y sobre Israel, ese es un punto que destaco. Y también hay conclusiones del personaje principal que simplemente cortan la respiración y te hacen cuestionarte la vida.

Fnando Bar'ez

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