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| Fnando Bar'ez (2020) |
En español: Un beso en parís
Autora: Stephanie Perkins
Sinopsis:
Anna, quien vive feliz en Atlanta, es obligada por su padre a mudarse a París para, según él, vivir una experiencia de aprendizaje inolvidable. Así que, alejada de todo lo que conocía como hogar, Anna empieza su último año de bachillerato y conoce a un chico llamado Étienne St.Clair… Desafortunadamente, el corazón de este chico le pertenece a alguien más… Entonces, ¿podrá Anna recibir el tan anhelado Beso Francés en la ciudad de la luz?
Opinión:
Hace casi tres años hice un viaje para reunirme con un familiar muy cercano que no había visto desde hacía muchísimo tiempo, y en este viaje, navegando por la red, llegué hasta Anna and the French Kiss. Empecé a leer las primeras páginas y quedé completamente prendado, pero no lo seguí leyendo… En parte porque no soy bueno leyendo libros electrónicos en el teléfono (siempre encuentro la forma de distraerme) y en parte porque no lo encontraba en ninguna librería.
Hace cerca de un mes, navegando por la red, lo encontré a un precio súper económico, de segunda mano, y decidí comprarlo. Y tengo que decir que es uno de los gastos mejor hechos de mi vida.
No suelo hablar mucho sobre las portadas, pero tengo que hacerlo con este libro. Lo primero que me enamoró de él fue su portada. Es muy sencilla, pero la composición y el color me fascinan.
En fin, empezaré diciendo que la novela utiliza un lenguaje muy sencillo, lo cual me resultó maravilloso, puesto que aún me cuesta leer en inglés. Stephanie Perkins es una de esas autoras que te atrapan desde el primer capítulo hasta el último.
La historia de Anna es una historia muy simple, con abundantes clichés, pero es muy entretenida y coherente con el mundo que construye. Es decir, todos los clichés tienen su lógica, así que no resultan fuera de lugar y tampoco le restan credibilidad a la historia.
Los personajes principales se roban el corazón del lector. Tengo que admitir que en las últimas páginas casi llegué a detestarlos, pero al analizarlos desde el principio de la historia hasta el final, tengo que decir que me encariñé mucho con ellos y en muchas escenas me parecieron tiernos.
Los personajes secundarios no tienen mucha relevancia y, cuando la tienen, es porque entran a generar un conflicto muy conveniente para la trama, así que simplemente no hay ninguno digno de mención.
La novela tiene 372 páginas en su versión original, pero se siente sumamente corta. Hay pocas descripciones y abundantes diálogos. Se lee de un tirón y te hace vivir un rato muy agradable.
Respecto a los temas que toca, tengo que decir que me ha quedado a deber muchísimo. Esta es una historia cuyos personajes centrales tienen conflictos con sus padres, pero la razón de estos conflictos es muy hueca y superflua. Anna, por ejemplo, detesta a su padre porque escribe libros populares que utilizan las enfermedades terminales como gancho para conseguir más lectores, y todo el tiempo hace drama sobre esto…, pero nunca se queja de que sean precisamente estos libros los que paguen sus facturas y financien su estilo de vida. De hecho, ella es feliz con el estilo de vida que lleva y, cuando se queja, lo hace porque no tiene un estilo de vida tan elevado como algunos de sus compañeros… Simplemente no tiene sentido la razón por la cual ella tiene un conflicto muy grande con su padre. Y, de hecho, al final se le ofrece a esto una resolución tan vaga y superflua que no hace más que evidenciar lo ilógico de esta relación conflictiva.
En la novela también se toca el tema del cáncer. Y, en serio, nunca había leído una novela que tocara esta enfermedad de una manera tan absurda que resulta irritante. Básicamente solo se utiliza para crear conmoción porque al final se resuelve de una manera tan poco creíble que resulta estúpida. Este es, quizá, el punto que más odié de la novela y por el cual no pude disfrutarla al cien por ciento.
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